Luna

Miró al cielo y de nuevo vio como las nubes volvían a tapar la luna.
Y mirando al cielo, sonrío.
Y tuvo envidia, y quiso ser la luna.
Nadie se preguntaba porque la luna se escondía, porque estaba allí, que hacía, como estaba, que quería, que sería de ella.
Quiso ser la luna y desaparecer, que nadie preguntase por ella y que las nubes la tapasen al anochecer y al hacerse de día, ya no estar allí.
Y tuvo miedo de no ser luna, de ser persona y que todo el mundo se preguntase porque se escondía, porque no estaba donde debía estar, que haría con su vida, porque no sonreía, que quería ser de mayor y que sería si no pudiese serlo.
Y en ese momento, mirando a la luna sin verla, lo vio.
Se dio cuenta de que la luna seguía ahí y aunque las nubes la taparan, podía entreverse un brillo en aquel cielo que no eran estrellas, era ella. Y aunque nadie se preguntase todas esas cosas, ella las sabía y cuando se hacía de día, las seguía sabiendo y lo tenía todo claro.
Se dio cuenta de que no le gustaba esconderse pero odiaba responderle preguntas a gente que no oía la respuesta y que la luna sólo se hablaba a si misma.
Y sonrió, porque las nubes se apartaron y le dejaron ver la luna.
Y sonrió, de nuevo, sabiendo que lo que quería era ser tan fuerte como ella.

Querida mía:

Cuando me preguntan quién eres,
yo también me lo pregunto.
¿Quién eres?
¿Cómo llegaste a mi?
¿Te quiero?

Me paso las noches rimándote,
en secreto,
pensando, cuándo amanece,
si volverás,
si me darás, de nuevo,
otra oportunidad.

Me cuesta creer que vengas a acariciarme,
cuando te apetece,
que me abraces por la espalda,
sin pedírtelo,
y cuándo te llame a gritos no me vuelvas
a buscar.

Nunca te despides,
ni llamas antes de entrar,
me desvelas,
me duermes,
me ayudas...

Y me temo,
Querida mía,
que no vas a cambiar,
y que vas a seguir apareciendo
cuando te de la gana,
cuando esté con Bécquer
o cuando le canten a Libertad.

Te quiero y te odio,
a partes iguales,
porque no eres de nadie
y, a veces, te comportas
como si fueses mía.

Te quiero y te odio,
a partes iguales,
porque no te entiendo
y no te voy a entender
pero que le voy a hacer.

Personas

Me faltan palabras para hablar de la gente importante.
Será que estoy cursi o que me inspirado con palabras de otros pero vengo a hablar de ellos, de los que me cubren las espaldas, de los que me dan fuerza y daría mi cabeza por que estén siempre y me sigan haciendo grande.
Está la chica de las flores que con cada palabra trae magia, la de las historias raras y la percha tatuada que me brinda las ganas de ser distinta.
Puedo hablaros de unicornios y cine y contaros que ellas me hacen orgullosa de lo que soy, de lo que vivo, de lo que tengo.
También, está el chico de pelo raro y la amante de los animales que me aportan seguridad y ganas de hacerme grande.
Luego la persona que me da luz, confianza, que da su fuerza para que yo tenga un poquito más, la que me hace volar, la chica revolucionaria y mi columna vertebral.
Os puedo contar sobre mis chicas favoritas, la de la pizza, la reina del hielo, la de las fotos, la de los abrazos y las demás, que juntas me hacen ser constante, tener una sonrisa como no tenía antes y darme paz.
Tengo gente que con rimas me aporta más que una novela interesante, que me inspiran más con sus líneas y métricas que una película de toda la vida.
Hay gente que vuela y con sus palabras me hace volar.
Gente que son estrellas y cuando brillan me hacen brillar.
Hay gente que lucha y me hace luchar.
Gente que me cuida, gente que me inspira, personas de verdad.

Era insegura.

Era insegura.
A veces sigo siéndolo.

Me pienso dos veces ponerme un pantalón corto.
Me pienso dos veces enseñar los brazos demasiado.
Me pienso dos veces ponerme un escote.
Antes no podía pensarlo.

Me cuesta maquillarme diferente.
Me cuesta usar colores chillones.
Me cuesta salir de mi zona de confort.
Antes no se me pasaba por la cabeza.

¿Y qué mas da que se me note la barriga?
Es mía.
¿Y qué mas da que se me levanten las faldas por mi culo?
Es mío.
¿Qué mas te da?
Soy yo.

Y sí, estoy sana.
Y sí, hay cosas que no me gustan.
Y sí, son cosas que voy a cambiar.
Cuando yo decida.
Cuando me apetezca.
Pero, ahora, me gusto, me acepto, me quiero.
Y puedo mirarme al espejo y verme a mi.
Verme a mi, con o sin maquillaje.
Verme a mi, con o sin ropa.
Feliz o enfadada, pero siendo yo.

He aprendido a que me guste mi nariz,
a que si mis labios son grandes me los voy a seguir pintando llamativos.
He aprendido que no soy menos, ni más, que nadie.
He aprendido a que me gusten mis piernas,
aunque tengan miles de marcas.
He aprendido a querer mis señales de nacimiento,
las del sol.
He aprendido que tengo vello,
que no es malo.
He aprendido a entenderme,
a cuidarme,
a ser feliz con quien soy.

Inspiración

Nunca he contado las cosas que me inspiran,
y hoy, que me he inspirado,
me ha apetecido escribir
sobre lo que me impulsa a hacerlo.

Me inspiran las personas,
las viajeras y aventureras,
las personas valientes que no tienen miedo a llorar por la calle,
a gritar de emoción, a luchar por sus derechos,
a levantar la voz bien alto para que no les pisen.

Me inspira, en consecuencia, la lucha,
las banderas del orgullo hondeando,
las manifestaciones, las reivindicaciones,
los cuerpos que provocan y callan bocas,
las mujeres que no se quedan calladas
y los hombres que en silencio apoyan la lucha.

Me inspiran las palabras,
las que escriben y describen,
las que hablan de golondrinas y de enredaderas,
las que cuentan cómo vuelan los dragones
y las que salen en una Batalla de rap,
me inspira Bécquer y me inspira Arkano.

Me inspira Youtube,
me inspira el maquillaje de Mim, las palabras de Albanta,
la sonrisa de Irina, las estrellas que me ha dado Yol,
y la ilusión y el amor de Pats y Percebes,
la mirada de Chim y el pelo de Nach.

Me inspiran mis amigas sonriendo y caminando sin decir donde,
las canciones por la calle, los chistes malos,
las tardes sin más y las noches con sol,
los vídeos de risa y las sonrisas con arte.

Me inspira la calle, los helados bonitos,
los platos de diseño y los diseños de las obras,
me inspira todo lo que sea arte y
es que el arte
siempre
ha sido
todo.

Sentimientos encontrados (en un baúl)

Esto no es un poema, ni una historia, ni un relato,ni tan siquiera un texto filosófico. Esto soy yo, lo que siento y os juro, que me aterra que alguien diferente a Alba, me conozca.
Siempre he odiado eso de que alguien se defina con la frase ''soy lo que veis''. Es mentira. Nadie es lo que ves, porque somos circunstancias y momentos, somos pensamientos, ideas, somos sentimientos. Odio las clasificaciones de personalidad, los test de evaluación y todo lo que sea etiquetar a alguien por quién (dice un test) es.
Soy mucho mas de lo que veis. Soy inseguridad y miedo a partes iguales, soy agobios y desorden, soy tristeza y presión. O al menos eso he creído siempre, ¿pero sabéis qué? Que si que soy todo eso y también mucho más.
Soy confianza en los demás, ideas claras y firmes, soy tranquilidad y orden en mi locura, soy idiota a más no poder pero también inteligente. Soy sonrisas que salen al escuchar la voz de quien mas quiero, al recordar fotos de mi abuelo, al abrazar a la gente que me recompone, al sentir que alguien me hace especial. Soy lágrimas de emoción, soy una risa escandalosa y una chillona. Soy atrevida, algunas veces. Soy actitudes. Soy sentimientos. Soy todo lo que me proponga ser.

Soy palabras, eso es lo que más soy.

Ahora mejor que nunca

Todavía me pregunto cómo pasó.

Cómo dejé de cuidarte, de mirarte, de escribirte.

Todavía me pregunto qué fue de nosotros.

Qué fue de nuestras letras y de nuestra rutina.

Todavía me pregunto por qué te dejé.

Por qué hace mas de un año que no te veo.

Y sé que las despedidas no son lo mío,

y por eso no me despedí. 

Y sé que he vuelto a verte hoy 

con más letras, más poemas, más caricias.

Y sé que te voy a cuidar. 

Ahora mejor que nunca.