domingo, 27 de abril de 2014

Hazme recordar.

Acaríciame,
pon tu piel con la mía
y hazme recordar
que no eras fría.

Bésame,
pon tus labios con los míos
y hazme recordar
lo que sentimos.

Caliéntame,
pon tu ropa con mi ropa
y hazme recordar
cuando eramos esos idiotas.

Olvídame,
por tus ojos en mis ojos
y hazme sentir
que volverás a ser feliz.

martes, 22 de abril de 2014

A Bécquer.

Y esas golondrinas (de las que tanto se habla),
esas que escribiste y tanto enamoraron,
y que los nidos colgaron
ya las veo yo pasar,
las que susurran tu nombre
y me dejan a desolado.

Y esas madreselvas (que todos queremos rescatar)
esas que escribiste y tanto gustaron.
y las flores que crecían
ya nunca se abrirán,
los ojos se inundan de lágrimas
al pensar, que nunca más escribirás.

Y el amor de sus oídos (que quisiste rescatar),
esas las palabras ardientes que queremos escuchar.
Y tu profundo sueño,
ya nunca acabará pero
las palabras que has dejado,
esas...no morirán.


Se hacía tarde.

Se hacía tarde,
hacía frío
todo ardía
y aun así, se sentía vacío.
Ya era hora de marcharse
¿huir?
solo quería fugarse,
la cosa era sobrevivir.


jueves, 17 de abril de 2014

Miedo.

Ya no era el hecho de que se encontraba perdida, era el hecho que tampoco le encontraba a él. ¿En que momento decidió que su vida fuera a centrarse en aquel chico de pelo moreno? Quizá ella no controlase eso, y el amor, no era culpa suya, sino que sus sentimientos salieron solos, o quizá se empeño tanto en querer aquel chico que ahora le quería más de lo se imaginaba.  Sea como fuese, estaba unida a él más que a su propia vida, y quizá mantener aquella amistad le gustaba o simplemente le hacía un daño que ni ella quería aceptar. Le gustaba compartir aquellos momentos de risas y abrazos, que quizá para ella significaban más que para él. Pero nunca se lo dijo.

 Él la trataba como una amiga, pero se notaba, que no solo la quería como  a una simple amiga, o al menos eso veían todos menos ella. La había querido tanto, que tenía miedo a que por su culpa ella sufriera algún daño, de volver a hacerle daño, y por eso, permanecía cuidándola como un amigos más, por mucho que le doliera. Sus ojos verdes le atraían como si de un hechizo se trataba y deseaba volver a perderse entre su pelo, pero se prometió que nunca más lo haría, que debía asumir que solo serían amigos y la cuidaría como a una hermana. Y eso hizo, cuidarla hasta que cada uno encontró su camino y fueron felices a medias, porque parecía que era verdad eso que decían de que el primer amor no se olvida.

"El miedo, pudo con ellos, pero no con sus sentimientos."