miércoles, 27 de agosto de 2014

Libertad.

Que un papel y un lápiz
me da más libertad
que cualquiera,
y si de mi dependiera
yo no volvería a hablar.

Pero el paisano de enfrente
 ya no me entiende
 y por él soy presa de mis palabras,
 esclava de mis recuerdos.

 Y que este cuaderno
siempre me hará llorar.

No está bastante maldito
el lápiz con el que relato
si no que este papel ingrato
me hace perder libertad.

Es distinto expresarse
que dejarse devorar.

Y si encuentas esto
o yo te lo dejo leer
que sepas que no es que no pueda,
es que no quiero poder.

Que soy presa de lo que escriba
y libre de poderlo hacer.

Por eso no soy libre
pero tampoco lo dejo de ser.